miércoles, 26 de noviembre de 2008

CASO LISTERIOSIS: NO EXISTE PROGRAMA DE VIGILANCIA PARA DETECTAR BACTERIA

Ruta de contagio de la bacteria podría exculpar a las empresas por contaminación de alimentos.

El brote de la bacteria Listeria monocytogenes ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias, dado a que ya hay cuatro víctimas fatales por listeriosis.

Este año se han detectado 98 casos, 50 más que el 2007. Es el brote más grande registrado en el país en los últimos 10 años. Sólo en el último mes la cantidad de contagiados aumentó en 46%.

A partir de junio el Instituto de Salud Pública (ISP) y la seremi de Salud de la Región Metropolitana hicieron un seguimiento de los contagiados, con el fin de descubrir la causa del brote. Allí se determinó que en un 47% de los casos la bacteria provenían de una misma fuente.

No obstante, y contrario a los que muchos pueden pensar, la autoridad sanitaria no tiene un plan de vigilancia o de control de calidad en los alimentos para detectar la bacteria. En estos momentos, la sociedad científica se encuentra abogando ante los funcionarios de Salud, para regular esta situación, la que según fuentes ligadas a la investigación, puede que no haya mucha recepción de la solicitud de esta medida.

En tanto, en el día de ayer las autoridades confirmaron que la cepa hallada en un paciente era la misma que se encontraba en un queso brie lescure, marca Chevrita, que fue consumido por el afectado. Ante ello, la seremi de Salud ordenó el retiro del producto de esta marca del mercado e inspeccionó las faenas de producción de la fábrica donde se elabora.

Sin embargo, según las explicaciones de los expertos no necesariamente la empresa sería la responsable, ya que la ruta de contagio de la bacteria comienza desde la extracción de la leche hasta cuando el consumidor adquiere el alimento.

Valeria Prado, académica titular del Departamento de Microbiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, dijo a latercera.com, que el origen de la Listeria monocytogenes es la zoonosis, es decir desde restos animales o superficies como el suelo se traspasan hacia los humanos. “Se puede transmitir a través de productos lácteos sin pasteurizar, esto puede contaminar los suelos y ríos y muchas veces se riegan las hortalizas con estas aguas”, dijo.

Sin embargo, la contaminación de los alimentos no sólo se puede producir afuera del hogar, sino que también en el interior, ya que “si yo compro un queso sin pasteurizar en la feria y luego llego a cocinar y no me lavo las manos, puedo contaminar otros alimentos y hasta utensilios”, explicó Prado.

REORDENAR EL REFRIGERADOR
Una alerta para los consumidores es que la bacteria no cambia el estado de los alimentos, es decir, no cambian de color ni de olor, por lo que es de suma importancia el conocer las maneras para evitar el contagio.

Se recomienda desinfectar de manera constante el refrigerador, aprendiendo además que la administración de los alimentos en su interior es clave. En primer lugar, no se pueden poner en contacto carnes con verduras, es decir, nunca mezclar comidas crudas con cocidas.

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