“Fue una gran persona, un gran padre, un gran esposo y un gran músico”. Esas fueron las palabras con las que Don Francisco destacó la figura de Arturo Giolito, el artista ícono de la música tropical en Chile que era velado ayer en la iglesia del Colegio San Ignacio de Alonso Ovalle.
El líder de Giolito y su Combo falleció el lunes pasado a las 23 horas tras una larga batalla contra el cáncer.
Dino Gordillo, Alvaro Salas y Daniella Campos fueron otros de los rostros que llegaron a despedir al artista, cuya actuación más recordada de los últimos años fue la del Festival de Viña pasado, cuando apareció en el escenario con su batería en una plataforma invertida.
El funeral se realizará hoy al mediodía en el Parque del Recuerdo.
Un precursor
En 1967 Giolito comenzó a popularizar la música tropical en Chile. Pero antes, estudió música en los conservatorios de Concepción y en el de la Universidad de Chile.
Incluso llegó a tocar en el Carnegie Hall de Nueva York en el ballet “El grito” de la Orquesta Sinfónica de Chile y fundó el grupo de Percusión Novarum de la Universidad Católica.
Luego trabajó durante 28 años en la orquesta de Valentín Trujillo en “Sábados Gigantes”.
En sus casi cuatro décadas de carrera, Giolito y su Combo editó unos 50 discos, entre LP, CDs y cassettes.
Más allá de la música, era una reconocido amante de los animales por lo que figuró como presidente honorario de la Sociedad Protectora de Animales.
Sigue la fiesta
El hijo de Arturo, Bruno Giolito, confirmó la continuidad de la banda tropical de su padre. “Tenemos la obligación de prolongar la obra de mi papá”, dijo el músico, quien continuará la obra de más de 40 años de su padre junto a su hermano Marcelo. “Nos seguirá guiando desde alguna parte”, agregó.
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