El anuncio del ministro de Energía, Marcelo Tokman, sobre el proyecto que busca apaciguar las aguas en las comunidades que rechazan las propuestas eléctricas a cambio de recursos monetarios, es la guinda de la torta al respaldo que el Ejecutivo ha dado al proyecto de la sociedad Endesa Colbún. Siguiendo este patrón, diversas acciones estructurales y políticas han ido entretejiéndose con un solo objetivo: lograr que la propuesta sorteé los obstáculos y termine aportando 2.750 megawatts al sistema energético nacional.
"Nos interesa que se haga este proyecto", le confesó el entonces titular del Ministerio de Obras Públicas (MOP), Eduardo Bitran, al presidente de Colbún y miembro de la sociedad HidroAysén, Bernardo Matte, durante la cena anual de la Sofofa en 2007.
El secretario de Estado le confidenció además que había preocupación en el Gobierno por la ofensiva de los ambientalistas, que se preveía compleja en un escenario más que difícil para el abastecimiento energético del país. Y aunque efectivamente el rechazo ha sido fuerte a nivel internacional, el Gobierno no ha cambiado su postura favorable a la iniciativa de la sociedad Endesa Colbún.
Aunque tienen claro que en este minuto es impopular y podría restarle votos en un año de elecciones. Por eso, la apuesta gubernamental va por aplazar la aprobación hasta el próximo período presidencial. Pero dejando cimentado el camino para que se concrete.
Para Sara Larraín, directora de Chile Sustentable, otro tema estructural que le facilita la vida a HidroAysén es la prórroga del pago de patentes que las regiones Undécima, de Magallanes y la Provincia de Palena obtuvieron en la modificación del Código de Aguas de 2005.
"Nos interesa que se haga este proyecto", le confesó el entonces titular del Ministerio de Obras Públicas (MOP), Eduardo Bitran, al presidente de Colbún y miembro de la sociedad HidroAysén, Bernardo Matte, durante la cena anual de la Sofofa en 2007.
El secretario de Estado le confidenció además que había preocupación en el Gobierno por la ofensiva de los ambientalistas, que se preveía compleja en un escenario más que difícil para el abastecimiento energético del país. Y aunque efectivamente el rechazo ha sido fuerte a nivel internacional, el Gobierno no ha cambiado su postura favorable a la iniciativa de la sociedad Endesa Colbún.
Aunque tienen claro que en este minuto es impopular y podría restarle votos en un año de elecciones. Por eso, la apuesta gubernamental va por aplazar la aprobación hasta el próximo período presidencial. Pero dejando cimentado el camino para que se concrete.
Para Sara Larraín, directora de Chile Sustentable, otro tema estructural que le facilita la vida a HidroAysén es la prórroga del pago de patentes que las regiones Undécima, de Magallanes y la Provincia de Palena obtuvieron en la modificación del Código de Aguas de 2005.
En ese tiempo, a nivel gubernamental ya había una visión estratégica de que sería necesario incluir los MW de HidroAysén al sistema, así como de otros proyectos hidroeléctricos. Por lo que se acordó que los derechos de aguas no consuntivos -que se devuelven a su cauce- estuvieran exentos del pago de la patente por no uso hasta 2012.
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